IMPACTO DEL SEDENTARISMO

El término sedentarismo
es usado para señalar un estilo de vida en donde la actividad muscular está constantemente por debajo del umbral de carga que se necesita para mantener una capacidad funcional óptima de todos las estructuras del organismo, es decir, la ausencia o falta de ejercicio físico
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Consecuencias
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Algunas consecuencias de la falta de actividad física son notables durante unos pocos días o semanas, por ejemplo, las más notables y sutiles son dolor de espalda, tensión de cuello, presión arterial alta o apatía, pero puede causar daños graves con el pasar de los años. Además, se le considera la principal causa de obesidad y del desarrollo de otra variedad de enfermedades. Gran parte de la sociedad todavía no es suficientemente consciente de la conexión entre la falta de ejercicio y una multitud de molestias musculoesqueléticas y enfermedades. Algunas de las afecciones que más frecuentemente se presentan son los siguientes:
1. Artrosis
Los músculos bien desarrollados y fortalecidos protegen las articulaciones de la sobrecarga, esto con un estilo de vida sedentario no es posible, ya que, al contrario de un estilo de vida más dinámico, este estilo vuelve los músculos más débiles, lo que aumenta el riesgo de daño articular. La debilidad muscular promueve el daño a la articulación, que a largo plazo conduce a la artrosis. Dado que la falta de actividad física también conduce a la obesidad, las articulaciones se estresan más por el aumento de peso, lo que también promueve el desarrollo de artrosis.
2. Osteoporosis
El estilo de vida sedentario, que da inicio a tempranas edades, o sea desde niños, conduce a la osteoporosis en la vejez y, por tanto, a una mayor tendencia a sufrir fractura u otras lesiones en los huesos.
3. Lumbalgia
La tensión reducida en el sistema musculoesquelético conduce a anomalías en la postura y la movilidad. Por lo que, a largo plazo, la falta de actividad física conduce a una probabilidad significativamente alta de desarrollar problemas de espalda como la lumbalgia.
4. Enfermedades cardiovasculares
La probabilidad de la aparición de enfermedades cardiovasculares aumenta significativamente si se realiza poco ejercicio. Las personas sedentarias a menudo se quejan de problemas digestivos ya que los órganos internos no reciben un suministro adecuado del flujo sanguíneo por la falta de movimiento. El ejercicio moderado puede compensar parcialmente las consecuencias negativas de otros factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes, estrés, tabaquismo, etc.
5. Trastornos por estrés
Los trastornos por estrés y la depresión suelen estar relacionados con la falta de actividad física. El estrés por sí solo no es perjudicial para la salud. Lo único importante es que el cuerpo tenga la oportunidad de descargar la voluntad física para desempeñarse generada por las hormonas del estrés liberadas. Sin el alivio del estrés mediante el ejercicio, a largo plazo se producirán enfermedades por la acumulación de estrés.
6. Debilitamiento del sistema inmunológico y del metabolismo
Si no se hace la suficiente actividad física, se enfermará con más frecuencia y, en general, podrá ser más propenso a las alergias, ya que el sedentarismo afecta las funciones del sistema de defensas del organismo. Estar sentado durante largos períodos de tiempo ralentiza el metabolismo y conlleva también a la hinchazón de las piernas, varices y otros trastornos circulatorios.
7. A nivel muscular disminuye el volumen muscular, reduciendo en consecuencia la fuerza y resistencia muscular. Se termina sustituyendo la masa muscular por tejido conectivo y grasa.
En resumen, disminuye la fuerza y resistencia y aumenta la rigidez y la fatiga.
8. En los tendones la falta de ejercicio hace que disminuya la resistencia a la tensión y dificulte los mecanismos de irrigación que pueden facilitar una lesión cuando más tarde se les tenga que solicitar para actividades repetitivas o intensas. Además, procesos como la diabetes, asociados al sedentarismo, facilitan algunos tipos de tendinopatía.
10. A nivel articular, debido a una menor movilidad, también les afectan el acortamiento y debilidad muscular y el sobrepeso.
Se facilita la aparición de procesos que favorecen la rigidez articular. La cápsula, la sinovial pierden elasticidad, se engrosan, se acortan o retraen y afecta a la movilidad articular, generando lesiones y procesos inflamatorios. Los ligamentos, con el tiempo, también pueden perder capacidad de resistencia.
La menor movilidad y el aumento de peso (o sin aumento de peso) compromete a las articulaciones, lesiona el cartílago articular y a otras estructuras como los meniscos. Es más fácil generar pinzamiento e inflamación.
A nivel musculo-esquelético y osteoarticular el sedentarismo ocasionará que las estructuras sean más débiles, exista una peor alineación, y puedan aparecer lesiones rápidamente.
Según las recomendaciones de los profesionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
, un adulto sano que se encuentre entre los 18 y 64 años debe realizar al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada (como trotar o andar en bicicleta) o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana. Si usted realiza actividad física por debajo de estos parámetros, según las recomendaciones brindadas por la OMS se supone que usted es una persona sedentaria.









